al tiempo que lo engullía:
Me gustás porque sos guapo.
Mantenés la sangre fría.
Dominás bien tus pasiones.
Y sabés – sin gritería
ni suscitar discusiones –
aceptar con alegría
la fuerza de mis razones.
Por eso es que te distingo
con mi aprecio y te prefiero.
Vos sí que sos un amigo:
disciplinado, tranquilo,
nada esquivo ni altanero....
Vos tenés los atractivos
que de un buen amigo espero.
Merecés que te rescate
del fango y la oscuridad.
Sos un sapo de quilates
y me honrás con tu amistad.
Y pensaba el sapo, duro,
ya yerto por el veneno:
Áspid pérfido y perjuro
¡ojalá me amaras menos!
Porque no aprecio tu apuro
por liberarme del cieno.
Yo estaba en mi agujero oscuro
más feliz con mucho menos.
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Entiende la moraleja
siempre nueva y siempre vieja:
Quien te devora en seguro,
satisfecho de sí mismo
y hasta finge en su cinismo
que es su apetito amor puro,
mientras te masca te alaba
Con tal que te quedes quieto.
Hay alabanza que es baba
para comerte en secreto.
es muy bueno jggjgj me gusta mucho
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